Televisión actualidad/ "THE WALKING DEAD"

Muertos que caminan




Menudo tanto se ha apuntado La Sexta con la contratación y emisión de "The Walking Dead", la serie de moda en todo el mundo mundial. Desde el pasado día 11, las noches de los martes se han llenado de zombies, vísceras y terror. Pero ¿es justificable realmente la magnitud del fenómeno? ¿Merece la pena que los débiles de estómago se sienten a sufrir ante la pequeña pantalla?

 Lo primero que hay que decir es que el origen del fenómeno estriba en un tebeo, un comic escrito por Robert Kirkman y dibujado por Tony Moore y Charlie Adard para Image, que en España ha publicado Planeta DeAgostini.

Siguiendo un esquema argumental que recuerda poderosamente al de "28 días después", el célebre film de Danny "Slumdog Millionaire" Boyle, la historieta narraba cómo un policía despertaba de un coma sólo para encontrarse con que el mundo que conoció ya no existe, pues los muertos se han levantado de sus tumbas y atacan despiadadamente a los vivos, bien para devorarlos o bien para convertirlos también en zombies. A partir de ese momento, el policía tratará desesperadamente de encontrar a su familia, y por el camino hallará a otros humanos que han conseguido sobrevivir y han formado pequeñas comunidades, desde las que plantarán cara a las sanguinarias pero descerebradas hordas de "walking deads" ("muertos que caminan" sería la traducción literal; “caminantes” es como son llamados en la versión española).

Cuando un comic tiene tanto éxito como obtuvo éste, es normal que enseguida dé el salto a la pantalla. En este caso, se decidió que la pantalla no fuese la grande sino la pequeña, de modo que a finales del año pasado la cadena AMC comenzó a emitir "The Walking Dead", la serie, cuya primera temporada ha funcionado tan bien que ya se ha iniciado la producción de una segunda. Al frente del proyecto se ha situado Frank Darabont, viejo conocido del cine de-terror-pero-menos y que es famoso por sus adaptaciones de varias novelas de Stephen King, "Cadena perpetua", "La milla verde" y "La niebla". Darabont se ha ocupado de la producción y de la supervisión de los guiones, así como de la dirección del primer episodio. El resultado, además del incuestionable triunfo comercial, hay que reconocer que no es nada desdeñable. El mérito de "The Walking Dead" consiste en que sabe contentar a casi todo el mundo: a los amantes del género terrorífico, porque, obviamente, hay un montón de zombies muy violentos y muy bien maquillados; y a los que gustan de los dramas humanos, porque los muertos vivientes sólo aparecen en muy contadas escenas, centrándose la atención en la evolución de los humanos que tienen que aprender a forjar una nueva civilización a partir de una monstruosidad sin precedentes. Claro que lo que realmente llama la atención es que una cadena privada emita en abierto una serie como ésta, en la que son frecuentes los desmembramientos, las mutilaciones y los "devoramientos", además de la violencia casi sin piedad que los vivos desatan contra los muertos andantes. Puede que en este último detalle se justifique parte de la repercusión popular del evento, ya que todos nos consideramos personas pacíficas y no violentas... hasta que las circunstancias nos obligan a recurrir a la defensa propia para salvar a nuestros seres queridos (o a nosotros mismos) de la muerte y el dolor. Bajo esta coartada, en "The Walkind Dead" podemos encontrar un apabullante rosario de "zombicidios" cometidos constantemente por los héroes, de los cuales no se derivan consecuencias morales en forma de arrepentimiento, ya que, al fin y al cabo, son seres repugnantes que devoran por igual a adultos y a niños, no hablan ni piensan y, sobre todo y ante todo, ¡ya están muertos!. Volarles o cortarles la cabeza a los zombies es, pues, algo así como un deporte de riesgo liberador de adrenalina, que, no en vano, ya ha dado origen a multitud de videojuegos (¿alguien ha dicho "Resident Evil"?).

La ficha artística de la serie la encabeza Andrew Lincoln (el enamorado platónico de Keira Knightley en "Love Actually"), al que acompañan Jon Bernthal, Sarah Wayne Callies y Laurie Holden, los cuales, hay que reconocerlo, se lo pasan bastante mal en cada uno de los episodios de los que consta la teleserie. Por cierto, para mí es bastante cuestionable la iniciativa de La Sexta en cuanto a emitir, juntos, dos capítulos cada martes. De este modo, no sólo el espectador que tenga que madrugar al día siguiente se sentirá más reacio a sentarse frente al televisor, sino que la gallina de los huevos de oro pondrá todos los huevos en la mitad de tiempo. En fin, ellos sabrán.... De momento, han batido con creces sus ínfimos registros de audiencia, y la sociedad española se apresta cada vez en mayor número a afrontar el dilema moral sobre si es lícito masacrar a torpes criaturas sin cerebro con tal de no ser devorado por ellas.



Luis Campoy



Lo mejor: Andrew Lincoln, los terroríficos efectos especiales, el episodio inaugural dirigido por Frank Darabont


Lo peor: la violencia explícita, la sensación de que algunas tramas de “interés humano” sólo sirven para descansar de tanto zombie


El cruce: “28 días después” + “La noche de los muertos vivientes” + “Resident Evil”


Calificación: 8 (sobre 10)

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