Cine/ "STAR TREK"




Vuelve la aventura espacial

Hasta ahora, hablar de “Star Trek” era, en España, algo así como clamar en el desierto, donde sólo unos pocos entusiastas se refugiaban en un oasis de frikismo. Lo más conocido de esta saga espacial (por no decir lo único) eran, sin duda, las orejas puntiagudas del vulcano Sr. Spock y el parecido de éste con el ya ex-lehendakari Ibarretxe, y todo lo demás sonaba a chino intergaláctico, a galimatías sideral. Las comparaciones con el otro buque insignia de la ciencia ficción moderna, las “Guerras de las Galaxias” de George Lucas, habían venido siendo inevitables y esta segunda opción había sido la mayoritariamente escogida. Pero tener el pasado como base no siempre te predispone favorablemente para afrontar el porvenir, y, no por casualidad, el subtítulo de esta nueva “Star Trek” es “El futuro comienza”. De verdad que no pensaba iniciar mi crítica comparando de este modo ambas franquicias, pero, ya puestos, tengo que decir que, si analizamos ambos especímenes, es evidente que Lucas resulta claramente derrotado. J.J. Abrams, algo así como el nuevo genio de la Televisión tras los éxitos de sus series “Alias” y “Perdidos”, tenía ciertamente un bagaje cinematográfico más bien escaso (apenas había dirigido la no del todo satisfactoria “Misión: Imposible III” y producido “Monstruoso”), pero ha demostrado tomarse muy en serio la revitalización de “Star Trek”, lo cual ha conseguido no sólo técnica y estéticamente sino, sobre todo, literaria y conceptualmente. Es cierto que a bordo de una nave espacial que vuelve a llamarse “Enterprise” vuelve a viajar una tripulación interracial que nuevamente comandan unos personajes que siguen llamándose Kirk, Spock y Doctor McCoy, pero el tono entre cómico y camp del que adolecían los últimos films protagonizados por el reparto original (William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, etc.) ha dado paso a una atmósfera vibrante en la que la fantasía y la aventura se imponen al narcisismo y la endogamia que tanto complacían a los trekkies más acérrimos pero tanto molestaban al resto de los mortales. En esta “Star Trek 2009” (me chocó muchísimo que un repelente rotulito con el dígito correspondiente a este año apareciese innecesariamente durante los títulos de crédito) se ha emprendido, creo, el único camino posible para rejuvenecer la saga y tratar de incorporar nuevos adeptos. Si la primera aventura para la pantalla grande (la, por otra parte, aburridísima “Star Trek: La Película”, de 1979) recuperaba al elenco interpretativo de la serie televisiva original y lo mantenía, durante seis episodios, mostrándonos su progresiva decrepitud, y la séptima entrega y las tres siguientes marcaban la puesta de largo de la “Nueva Generación” comandada por el Comandante Picard (Patrick Stewart), lo que Abrams ha hecho ha sido retomar los entrañables personajes primigenios pero adjudicándoles nuevos rasgos juveniles con los que narrar su historia desde el comienzo. Así, presenciamos la última misión del padre del futuro Capitán Kirk, la infancia de éste y de su futuro mejor amigo Spock, los primeros tiempos de ambos en la Academia de acceso a la Flota Estelar y la composición de la tripulación de la nave señera de la misma, una USS Enterprise cuya primera misión será la de enfrentarse al villano Nero, el romulano que causó la muerte del padre de Kirk cuando pretendía vengarse del yo futuro de Spock. Viajes espaciales, viajes temporales, pequeñas dosis de humor, gigantescos decorados y mucha acción son las características de un film que, si todo va bien, no sólo va a romper taquillas sino que volverá a poner en marcha una franquicia cuya nueva entrega (la 12) debería ver la luz en 2011. Como las comparaciones son odiosas pero inevitables, es muy tentador no sólo establecer un paralelismo entre “La Guerra de las Galaxias” y “Star Trek”, sino, especialmente, entre esta nueva génesis y la “Star Trek” original. Es aquí donde un servidor, cuyo corazoncito trekkie se ha curtido en mil batallas al lado de los intérpretes clásicos, encuentra los únicos motivos para la crítica. A excepción de Zachary Quinto, cuyo Spock, indudablemente, no sólo raya a gran altura sino que se erige en lo mejor de la película, y del ingeniero Scotty al que da vida el británico Simon Pegg, todos los demás actores adolecen de una preocupante falta de carisma, en especial un Chris Pine que deberá mejorar muchísimo si quiere hacer olvidar a William Shatner, que supo bordar al Capitán Kirk dotándolo de gallardía, chulería y fragilidad (y en cuyo favor jugaba, todo hay que decirlo, el hecho de que casi siempre le ponía la voz en español el mejor de nuestros dobladores, el insigne Constantino Romero). Dicen que Shatner se negó en redondo a participar en el nuevo film al enterarse de que la extensión del papel ofrecido a Leonard Nimoy (el eterno Spock, que sí vuelve a hacer de sí mismo) superaba a la que a él le habían propuesto, y ello confirma los rumores acerca de la terrible rivalidad que siempre vivieron ambos actores en la vida real. En cualquier caso, es de suponer que este nuevo y joven reparto vivirá una larga y próspera vida, a bordo de una Enterprise que ha sabido convertirse en una nave mítica a cuyo puente de mando el espectador con ansias de fantasía no puede evitar subirse, convertido nuevamente en un adolescente al que mueve la ilusión de viajar a nuevos mundos a los que ningún ser humano ha llegado anteriormente.

Luis Campoy

Lo mejor: la recuperación de la aventura y la fantasía más irresistibles, el trepidante inicio, los títulos de crédito finales, Zachary Quinto
Lo peor: las inevitables concesiones a los trekkies más fanáticos (demasiadas criaturas extrañas, sobre todo la que acompaña a Scotty, la participación más bien innecesaria de Leonard Nimoy), la composición algo irregular de Chris Pine como Kirk
El cruce: “Star Trek II: La Ira de Khan” + “Star Trek VI: Aquel país desconocido” + “Perdidos en el espacio”
Calificación: 9 (sobre 10)

Comentarios

José A. ha dicho que…
Ojala que la gente vaya a las salas y le guste para conseguir una continuidad de nuevas entregas. Hasta ahora las películas de Star Trek estaban hechas para trekies. Esta vez se abre el abanico y la posibilidad de que nuevos espectadores se acerquen a este maravilloso mundo. Normalmente las películas de la saga duraban a lo sumo una semana en cartelera (recuerdo estar siempre atento para que no se me pasase). Esta vez es diferente. Se ha apostado por ella y se ha publicitado como uno de los grandes estrenos (¡Qué lo es!). He de confesar que ya la he visto dos veces (hay que aprovechar la gran pantalla para este tipo de películas). Me ha encantado. La nota que le pones es la adecuada. 9 sobre 10 me parece correcto. Es cierto que Spock está bordado. Kirk le falta un hervor, pero también me ha gustado. De los demás buscar carisma no se, no se. ¿La tenían antes? Esperemos próximas aventuras de la Enterprise y ya vermos. Por cierto a partir de ahora todo puede pasar ¿no? Se ha cambiado el pasado y el futuro puede ser diferente. Paz y prosperidad...

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