Cine: "EXPEDIENTE X: Creer es la Clave"


Yo quise creer… pero fui el único

Sobre un inmenso y gélido manto blanco, de nieve, un grupo de personas uniformadas de negro se despliegan siguiendo los pasos de un hombre que parece liderarlos, el cual, de repente, se detiene, se arrodilla y comienza a excavar frenéticamente… Este es el arranque de la segunda película basada en la otrora famosísima serie televisiva “Expediente X” que, a juzgar por la parca respuesta del público (en la sala en que yo la ví habíamos ¡¡3!! personas), ha quedado rápidamente relegada al olvido. ¿Por qué somos tan crueles con aquello que una vez y durante tantos años nos hizo vibrar? Tal vez se trata de ciclos, o de inoportunidad, o simplemente de cambio de gustos. Tampoco creáis que yo era un adicto a aquella serie creada por Chris Carter y protagonizada por Gillian Anderson y David Duchovny, pero las veces que me senté frente al televisor confieso que me fascinó su atmósfera, su puesta en escena, la profundidad de sus planteamientos y la complejidad de sus diálogos. Hace como diez años ya hubo un primer intento de llevarla al cine, y recuerdo haberme aburrido cual banco de ostras. Paradójicamente, la segunda película, tan ignorada por el público y tan denostada por determinados medios de comunicación, a mí me enganchó desde ese principio que acabo de describir y, salvando algunas pequeñas lagunas en su desarrollo, me pareció un muy digno producto de suspense, interesante y sugestivo. Seguramente era innecesaria esta operación de revival continuísta de un producto cuyo ciclo vital acabó hace demasiado poco tiempo, pues las adaptaciones televisivas que ahora triunfan (sin ir más lejos, “Superagente 86”) lo que hacen es recrear viejísimos éxitos que sólo los más veteranos del lugar serían capaces de recordar y revestirlos de nuevos oropeles y nuevos actores al frente de su reparto. Claro que, para empezar, el batacazo me parece casi justificado en nuestro hispánico país, donde Tele 5 se pasa años emitiendo la serie bajo el consabido título español de “Expediente X” y, repentinamente, su apéndice cinematográfico se estrena como “X-Files” (su título original), con lo cual algunos fans pudieron haber quedado desconcertados. Es como si se rodase una película basada en los personajes y ambientes de “C.S.I.”, auspiciada por sus mismos creadores y protagonizada por sus mismos intérpretes, y en España se estrenase como “Investigación de la Escena del Crimen” (traducción literal de lo que representan sus siglas). Pero no le demos más vueltas. El hecho es que la segunda secuela cinematográfica de “Expediente X” ha mordido el polvo, alcanzando aquí y allá cotas de audiencia tan paupérrimas que, casi con toda seguridad, no volveremos a ver en pantalla a Mulder y Scully, o al menos no hasta dentro de bastantes años y ya no más encarnados por Duchovny y Anderson. Lo lamento sinceramente, porque, a pesar de la ausencia de los ya muy trillados extraterrestres, el producto no está nada, nada mal.


Luis Campoy

Lo mejor: el ambiente de thriller policíaco, la interpretación de Billy Connolly como el atormentado y pederasta Padre Joe.
Lo peor: la descorazonadora ausencia de público alrededor del espectador que se aventura en la sala.
El cruce: “Expediente X” + “Stigmata” + “El coleccionista de huesos”
Calificación: 7 (sobre 10)

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