Una vergüenza histórica


De los colores azul y grana que tiñen mi corazón, sólo uno aflora a mis mejillas esta mañana: el granate. No sólo estoy rojo de ira, estoy granate de vergüenza. Hoy parece que todo el mundo se ha hecho socio del Real Madrid, y con motivo. Con este penoso, lastimoso, impotente y patético Barça de 2007 es más fácil que se pongan de manifiesto la animadversión y el odio a todo lo que huela a catalán que sufre la mayoría de los españoles, odio que se concentra en cierto club que juega en un estadio llamado Camp Nou. Anoche tan sólo ví los cinco últimos minutos del que debe ser considerado como histórico encuentro ante el Getafe, y el bar en el que entré estaba lleno de hombres a los que tan sólo unía su incontenible e incontenida satisfacción ante la humillante derrota barcelonista. Casi no les culpo. Durante esta temporada, que podía haber sido inolvidable para los culés por la cantidad de títulos a los que se aspiraba, hemos ido presenciando, una tras otra, tantas debacles deportivas que parece mentira que nadie haya hecho nada hasta ahora. En realidad, el mal ya estaba hecho desde la pretemporada, pésima y caótica pretemporada coronada con un primer tropiezo ante el Sevilla (Supercopa) que no causó el efecto necesario. De un triunfo es fácil endulzarse con las mieles de la victoria, pero de una derrota es imperdonable no aprovechar la durísima enseñanza recibida. Sin embargo, se dejó escapar también el Mundialito de clubs, se pinchó en la Champions casi a las primeras de cambio, se ha regalado la Copa del Rey y la consecución del título de Liga tiene más de utopía que de realidad. Lo de anoche no fue una remontada histórica del Getafe. Fue una vergüenza histórica para el Barcelona. Una catástrofe. Un FRACASO con mayúsculas. Y lo que más me enfurece es que, como dije anteriormente, se veía venir. Tan claro como el agua. Habrá cretinos que digan que un equipo catalán no tiene por qué pelear por una Copa que lleva el nombre del Rey de España, pero ese razonamiento es simplemente intolerable. Lo cierto es que un equipo cuajado de estrellas tiene la obligación de intentar conseguir el triunfo en todas y cada una de las competiciones en las que participa, y que cada una de sus millonarias estrellas está obligada a ganarse su estratosférico sueldo en cada minuto de cada partido en los que es alineado. La de anoche fue una tremebunda bofetada con sabor de realidad, el traumático despertar de un sueño que ahora es como una pesadilla. Tanto que criticábamos al Real Madrid y a Florentino Pérez por haber forjado un equipo que más bien parecía una colección de estampitas, y este Barcelona de 2007 es aún peor. Ronaldinho, Eto’o, Deco, Zambrotta, Edmilson, Thuram, Márquez, Van Bronckhorst… Sus contratos tienen tantas cifras que se creen intocables, se sienten como dioses que no necesitan sudar la camiseta. Algunos de ellos ni siquiera se entrenan con sus compañeros. Si lo de anoche no sirve para que rueden cabezas, pase lo que pase en la Liga, nada habrá tenido sentido. Todos los días, los periódicos italianos hablan del interés del Milan por hacerse con los servicios de Ronaldinho; pues que se vaya, que se vaya de una vez, total ¿qué ha hecho esta temporada? El mayor servicio que aún puede prestar al barcelonismo es resarcir con su venta toda la frustración que su desinterés y su inacción han provocado. ¿Y Eto’o? Sí, sus goles han seguido llegando incluso después de su lesión, pero puede decirse que su fiero temperamento es una bomba de relojería que aún ha de explotar muchas más veces. ¿Y Deco? No es el que fue. ¿Y Edmilson? ¿Y Zambrotta? Pero, sobre todo, ¿y Rijkaard? Al hombre tranquilo, al entrenador con talante, se le ha venido eximiendo de responsabilidad tan a menudo que ahora parece ser el máximo responsable de la indisciplina y la falta de motivación de la plantilla. El holandés ha abusado tanto de su mano izquierda que con la derecha no ha sabido empuñar el látigo cuando ha sido necesario, ¡y hubiera sido necesario tantas y tantas veces en los últimos meses…! El Barça que deslumbró al mundo hace un par de años ya no existe, a pesar de que la mayoría de sus artífices todavía continúa vistiendo de azulgrana. Eso sólo quiere decir una cosa: una época ha terminado, un ciclo se ha cerrado. Si los que están no saben, no pueden o no quieren cumplir con el club como es su obligación, hay que darles el pasaporte lo más pronto posible. Una renovación urgente y total es la única consecuencia útil que puede obtenerse de una vergüenza tan grande como la de anoche.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hi Luis, gracias x tu comentario de mi (quiza un poko largo) comentario sobre el boikot del PP al grupo PRISA.
Decirte que es cierto, que ayer me alegré muy mucho de la victoria del Getafe (que no olvidemos que pese a todo es una victoria del Getafe mas que una derrota del Barça). Creo q has escrito en caliente el artículo, xq tampoko veo la situación tan grave. Y esto te lo digo siendo un seguidor a ultranza del Madrid. Estoy contigo en q lo mejor q podría hacer el Barça es vender a RonaldiÑo, pero xq si es cierto q el Milan da 100 millones, por ese precio el Barça puede hacer 2 equipos bastante buenos (Villa, Silva, Alves...), pero no por el mal rendimiento de Ronie, ya que sería injusto (17 goles en liga), y, como tan de moda está ahora, sería falta de "memoria histórica".
En fin, que creo que no es para tanto, pero me encantaria que se haya acabado un ciclo y tal.
Bueno, que sepas que me llamo Guillermo. Un placer!!!
Anónimo ha dicho que…
Bueno, Guillermo, me alegro de poder saludarte personalmente. Sí, ayer cuando publiqué el comentario de marras, estaba cabreado... y hoy sigo cabreado. No creo que Ronaldinho tenga justificación; por muchos goles que haya marcado,la mayoría han sido en jugadas a balón aprado, y se supone que lo que tenía que hacer era inventarse jugadas de fantasía, crear magia en movimiento. Me alegro de seguir contando con tu presencia. Un abrazo.

Entradas populares de este blog

Banda Sonora: "PIRATAS DEL CARIBE, La Maldición de la Perla Negra"

Recordando a... Supertramp

La historia de Village People