En campaña


Esta noche comienza oficialmente la campaña electoral. Digo “oficialmente” porque, aquí en Lorca, hace ya semanas o incluso meses que vengo detectando manifestaciones poco o nada veladas de propaganda sufragial. Ayer mismo, un coche del PP iba transmitiendo megafónicamente las virtudes de su candidato a la alcaldía de Lorca, el señor Paco Jones, perdón, Paco Jódar. Yo a este caballero lo veo ya casi como alcalde, y no sólo porque su rival directo, el sociata Leoncio Collado, sea poco o nada fotogénico, o, lo que es lo mismo, poco o nada mediático. Collado accedió el pasado verano a la alcaldía, cuando su compañero de partido Miguel Navarro dimitió de su cargo para dedicarse a sus… labores. El caso es que Navarro hubiera permanecido imbatido una legislatura más si no hubiera optado por cortarse la coleta, y es que esta Ciudad del Sol en la que habito no es que sea socialista, sino que es personalista. Aquí la parroquia no vota a una formación política, sino a la persona que encabeza su lista, y Miguel Navarro, un lorquino ilustre que venía de presidir la Asamblea Regional, lo tenía todo para eternizarse en la poltrona municipal. Las malas lenguas argumentaron mil y una historias para justificar su espantá, desde discrepancias con sus jefes de filas hasta turbios o más turbios pelotazos urbanísticos, y el vacío de poder, que es mú malo, permitió que un concejal llamado Leoncio se convirtiera interinamente en el nuevo Rey de la Selva (política). Sin embargo, las cosas que uno oye aquí y allá apuntan a que puede haber sonado la hora de la alternancia, y los peperos lorquinos han cerrado filas en torno al abogado Francisco Jódar (abogado era, al menos, cuando yo lo conocí), el primer líder que ha logrado el consenso entre los derechistas de este lado del Guadalentín. No muy lejos de aquí, en Alhama de Murcia, la ciudad en la que he vivido anteriormente, las cosas no pintan demasiado bien para el señor alcalde Juan Romero, cuyo futuro puede que esté más cerca de las romerías que de la alcaldía. Hace unas semanas, nada menos que siete concejales de su grupo (el popular) le dejaron más solo que un café sin leche. No sería tan popular, el hombre. Por cierto, no sería de extrañar que mis padres, que aún residen en aquella localidad, tuviesen alguna bonificación en materia de impuestos municipales, ya que una de mis ex-parejas se presenta como concejala en la lista del PSOE. Esto lo dejo caer a título puramente humorístico, pero a nadie le amarga un dulce. En otro orden de cosas, parece que la campaña que hoy se inicia va a ser la más moderna y cibernética, con slogans enviados mediante mensajes SMS y videos propagandísticos colgados en el portal YouTube. Uno de estos videos ya ha levantado ampollas; se trata del elaborado por el PSOE, que, en lugar de exponer un programa ilusionante, se limita a recordar que Zapatero se trajo a las tropas de Iraq y que, mientras tanto, el PP se ha limitado a forjar teorías conspiratorias. Y digo yo, ¿así piensan desbancar a Aguirre y Gallardón?. Es una pena lo de este hombre, Alberto Ruiz Gallardón, toda una pérdida para la función pública. O, al menos, así lo veo yo. Es el tipo de político que me gusta, el candidato al que yo votaría… si no fuese porque votarle a él sería votar al Partido Popular. A ver si un día de éstos se hace tránsfuga o, por lo menos, independiente. Yo necesitaría una coartada así porque soy todo lo contrario a lo que hablaba antes con respecto a las gentes de Lorca. No podría votar a una persona, por mucho que lo mereciera, si la formación política a la que pertenece no es aquélla con la que mis ideas más simpatizan (o empatizan, que este palabro está muy de moda últimamente).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Banda Sonora: "PIRATAS DEL CARIBE, La Maldición de la Perla Negra"

Recordando a... Supertramp

La historia de Village People