Cine: mi comentario sobre "LA COSECHA"


Cuando iba a sacar mi entrada para ver “La Cosecha”, un individuo que me precedía ante la taquilla del cine me aconsejó que no perdiera el tiempo. A pesar del aviso, yo, frustrado por la ausencia en la única sala comercial de Lorca de la película que realmente deseaba ver, “El buen pastor”, decidí arriesgarme en mi apuesta por un film que venía avalado por los nombres de Hilary Swank (protagonista) y Robert Zemeckis (productor) y, sobre todo, por un trailer que resultaba ciertamente atractivo.

Una profesora universitaria (Swank) que años atrás perdió su fe y su vocación religiosa al mismo tiempo que a su esposo e hija recibe el encargo de investigar unos extraños sucesos que acontecen en un pueblo del medio oeste americano llamado Haven (palabra que en inglés significa “refugio” pero se pronuncia de forma casi idéntica a “heaven”, “Cielo”). Ríos en los que no corre agua sino sangre, ranas y vacas que mueren a cientos, oleadas de insectos sin control, adolescentes perfectamente sanos cuyos cadáveres aparecen desprovistos de cualquier rastro de esencia vital… ¿Se trata de una reproducción de las famosas plagas bíblicas que asolaron Egipto en los tiempos de Moisés o puede encontrarse una explicación científica convincente?.

A pesar de su punto de partida cuando menos interesante, “La Cosecha” opta enseguida por la vía del terror más fácil y primario, a base de reiterativos golpes de efecto y sonidos impactantes, en la misma línea de cualquier producción de bajo presupuesto. Las posibilidades de investigación científica de los supuestos fenómenos de procedencia religiosa dan paso enseguida a una exhibición gratuita a cargo de unos técnicos de efectos especiales sin nada mejor que hacer que teñir digitalmente de rojo las aguas de un río o fabricar un millón de langostas computerizadas. Cualquier análisis medianamente serio acerca de la crisis de fe que aqueja a la protagonista acaba sepultado bajo mil y un tópicos que, una vez terminada la proyección, casi dan vergüenza ajena: el mejor amigo de la protagonista muere, el villano es quien más bueno parecía ser y el “apocalíptico” final no es sino una acumulación de explosiones calcadas de las escenas más bochornosas de “Cazafantasmas 2” o “Poltergeist 3”… sólo que algo mejor resueltas gracias a una tecnología más desarrollada. Por cierto, las referencias a otras películas son tan evidentes que casi es innecesario enumerarlas, pero citaremos “La Profecía”, “El Exorcista II: El Hereje” y “La Séptima Profecía” como fuentes de inspiración, sin olvidar unas gotitas de “La Semilla del Diablo” en su risible y ridículo epílogo.

Dicen que a veces el Oscar puede no ser un motivo de orgullo sino una carga pesadísima, y algo así le ha ocurrido a Hilary Swank, que tiene dos estatuíllas y parece no saber elegir sus proyectos, con meteduras de pata tan considerables como ésta o como “La Dalia Negra” y “El Núcleo (The Core)”, ambas sendos fracasos artísticos. Junto a ella, un nada convincente David Morrissey (visto en “Instinto Básico 2”), un patético Stephen Rea (“Juego de Lágrimas”) y un tardíamente recuperado William Ragsdale (“Noche de Miedo 1 & 2”). Los mejores del reparto son el excelente Idris Elba (en el papel del inevitable negro que tenía el alma blanca) y, sobre todo, la portentosa AnnaSophia Robb, protagonista también de “Un puente hacia Terabithia” y que lleva camino de convertirse en la nueva niña prodigio de Hollywood. Los responsables últimos del desaguisado son, sin embargo, el director Stephen Hopkins (claro que ¿qué se podía esperar del firmante de “Depredador 2” o “Perdidos en el Espacio”?) y, sobre todo, el productor Robert Zemeckis, que, en su faceta de director, realizó obras tan estimables como la trilogía de “Regreso al Futuro”, “Forrest Gump” o “Polar Express”. Sí, amigos, debí hacerle caso al tipo que me aconsejó que me abstuviera de gastar el dinero en esta peliculilla; me hubiera ahorrado, como mínimo, los cinco euros con cincuenta céntimos que cuesta la entrada en los mejores (y únicos) cines de Lorca.

Luis Campoy
Calificación: 4 (sobre 10)

Comentarios

Ángel ha dicho que…
Enhorabuena por su gusto por el cine en salas de ídem, que es donde hay que verlo. En cuanto a las recomendaciones, yo no suelo fiarme, preifero descubrirlo yo mismo porque ya me he llevado algún revés.

Por lo demás, considero que una película es buena cuando cumple con las expectativas creadas. Es decir, no necesariamente una película considerada mala por la crítica lo es para mí.

Coincido en sus apreciaciones de los paralelismos entre 'Gladiator' y '300'. Aun sin haber visto (aún) esta última, cuando vi el trailer en un blog amigo los campos de cereal me resultaron sospechosamente familiares.
Anónimo ha dicho que…
Digamos que algunas veces las críticas de otros que consideremos "fiables" pueden servirnos para preparanos el cuarpo (y el alma). En cuanto a que una "peli" es buena cuando cumple nuestras expectativas previas, me temo que debo diferir: en tal caso, "El motorista fantasma" debería ser la mayor Obra Maestra del siglo XXI, porque, desde luego cumple con lo que la mayoría esperábamos de ella... pero tampoco es éso, ¿no?. Y bienvenido al blog, Angel, sólo te ha faltado un pequeño detalle: el tuteo, ¡por Tutatis! (si me hablas de usted, me giro buscando a mi padre).
Ángel ha dicho que…
Touché. Debería haber matizado un poco. Me refiero a ese tipo de películas en las que uno sabe más o menos qué esperar, como alguna humorada zafia.

Evidentemente, hay pelis que no merecen dejar en taquilla una parte de jornal. ¿'El Motorista Fantasma' es la última de Cage?

El sobrinísimo me parece un talento desperdiciado. A ver si llega un Tarantino y lo recupera para la causa. Claro que, si es para hacer cosas como las que ha hecho Travolta tras 'Pulp Fiction'...

De mayor sigo queriendo ser Senn Pean.

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