Mi comentario sobre "X-MEN III: La Decisión Final"

Las dos primeras entregas de la saga “X-Men” (título original de la serie de comics conocida en España como “La Patrulla-X”), estrenadas, respectivamente, en 2000 y 2003, basaron su incuestionable éxito de público y su favorable acogida por parte de la crítica en su exacta mezcla de aventura, espectacularidad y alegato contra la intolerancia. Metáfora de la “diferencia” (ya sea a causa del color de la piel o de la orientación sexual), la mutación de los protagonistas se utilizó no sólo como excusa para exhibir un montón de apabullantes efectos visuales, sino también para exponer las consecuencias dramáticas que conlleva ser “especial” en un mundo regido por la mediocridad de lo “normal”. Cuando Bryan Singer, el director de los dos primeras partes, desertó de la serie para hacerse cargo de “Superman Returns”, los productores emprendieron una difícil búsqueda para encontrar a alguien capaz de mantener el mismo espíritu y, sobre todo, el mismo nivel logrado anteriormente. El elegido ha sido Brett Ratner, cuyo curriculum no está cuajado, precisamente, de obras maestras (sus mayores logros comerciales son las dos partes de “Hora punta” que intepretaron Jackie Chan y Chris Tucker), aunque he de decir que a mí me gustó bastante “El Dragón Rojo”, adaptación de la primera novela de Thomas Harris sobre el doctor caníbal Hannibal Lecter que Ratner filmó en 2002.

La acción de “X-Men III” arranca más o menos donde quedaron las cosas al final de “X-Men 2”: el criminal (o revolucionario, según se mire) Magneto está en libertad, tratando de reagrupar a su Hermandad de mutantes diabólicos, y la telépata y telekinética Jean Grey se ha autoinmolado para salvar las vidas de sus compañeros de la Patrulla-X. Estos últimos, entre los que destacan Lobezno (Hugh Jackman), Tormenta (Halle Berry), Pícara (Anna Paquin) y Cíclope (James Marsden) tratan de seguir adelante con sus vidas, cuando una poderosa empresa farmaceútica anuncia el hallazgo de una cura que eliminaría el gen mutante, con lo cual cesarían las “diferencias” entre los homo sapiens (humanos normales y corrientes) y los homo superior (los sujetos afectados por las mutaciones). Como es lógico, el Profesor Charles Xavier (Patrick Stewart), director de la Escuela de Jóvenes Talentos y mentor de la Patrulla-X y su antaño amigo Magneto (Ian McKellen) adoptarán posturas contrapuestas ante tan explosivo anuncio, en tanto que el nuevo Secretario gubernamental para Asuntos Mutantes, Hank McCoy, alias Bestia (Kelsey Grammer) apoyará los postulados de Xavier. La guerra entre los dos bandos parece inminente, y la increíble resurrección de Jean Grey (Famke Janssen), más poderosa y descontrolada que nunca, no hará sino empeorar las cosas…

El argumento elegido para esta tercera (y última, según algunos) aventura de los mutantes tiene mucho que ver con la famosa saga de “Fénix Oscura” (el regreso a la vida de una hiperpoderosa Jean Grey), aunque también con la que precisamente ahora está publicándose en nuestro país, desde las páginas de la nueva colección “Astonishing X-Men” (la curación del gen mutante). Evidentemente, los “viejos” lectores de las historietas de Marvel serán quienes más disfruten esta película, y sólo ellos podrán captar los numerosos guiños a la continuidad que se generan en la interacción de los personajes (Coloso lanzando como un misil a Lobezno, éste último y la Bestia luchando codo a codo), pero también es conveniente, al menos, que el espectador de la tercera entrega haya visto las dos anteriores; sólo de este modo podrá captar el fondo y el trasfondo de este relato que da comienzo con un flashback situado 20 años atrás, cuando unos jóvenes Xavier y Magneto reclutan a la niña Jean Grey. En cualquier caso, la película contiene tres o cuatro secuencias que te dejan con la boca abierta (aunque éso ya no extraña a nadie, tratándose de una producción de una major como la Fox), además de algún que otro instante cuyo intimismo y humanidad era casi imposible de prever en un director como Brett Ratner (me estoy refiriendo, por ejemplo, al prólogo, con el Angel tratando de cercenarse las alas que exhiben públicamente su “diferencia”).

No, no se echa demasiado en falta a Bryan Singer (cuyo “Superman Returns”, al menos si juzgamos por lo visto en el trailer, tampoco promete demasiado), y yo diría que en esta tercera parte se hallan algunos de los mejores momentos de toda la saga, especialmente a partir de que Magneto secciona el puente Golden Gate y arroja una de sus mitades sobre la vieja cárcel de Alcatraz, y, sobre todo, la lucha cuerpo a cuerpo subsiguiente, donde por fin vemos a la Patrulla-X (Lobezno, Bestia, Tormenta, Coloso, Hombre de Hielo y Gatasombra) actuando como un verdadero equipo, aunque también es justo reseñar la relación de Angel con su padre y, sobre todo, la consumación (nada convencional) de la historia de amor entre Lobezno y Jean Grey. No es una película de actores (aunque Ian McKellen, Halle Berry, Kelsey Grammer –el “Frasier” televisivo, que interpreta a la Bestia – y, sobre todo, Famke Janssen, están bastante entonados), pero no es tampoco una mala película. Muy al contrario, se trata de un entretenimiento dignísimo incluso para la inteligencia, con un mensaje moral no por simple menos necesario y, sobre todo, filmado y montado de modo primoroso, con pocas lagunas en su ritmo y con un tono narrativo que, sin dejar ser eminentemente serio, permite numerosos destellos de humor.

Calificación: 8 (sobre 10)

Luis Campoy

Comentarios

Entradas populares de este blog

Banda Sonora: "PIRATAS DEL CARIBE, La Maldición de la Perla Negra"

Recordando a... Supertramp

La historia de Village People